miércoles, 25 de enero de 2012

POESÍA Y FLAMENCO. HOMENAJE A LA POETA ARGENTINA NORMA MENASSA en EL COLEGIO MAYOR NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA.

lunes, 16 de enero de 2012

RECITAL DEL POETA MIGUEL OSCAR MENASSA, CANDIDATO AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2010



ARTE POÉTICA (FRAGMENTO)

Poesía, lo sé, mientras te escribo,
dejo de vivir.

Entrego, mansamente, mis ilusiones,
mis pobres pecados proletarios,
mis vicios burgueses y, aun,
antes de penetrar tu cuerpo,
-tapiz enamorado-
abandono mi forma de vivir,
miserias,
locuras,
hondas pasiones negras,
mi manera de ser.

Miguel Oscar Menassa. No te lo pierdas este Jueves 19 de Enero, recital de Poesía pura. En la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero. C. Duque de Osuna 4. Locales. A las 20.30 h.

jueves, 12 de enero de 2012

RECITAL DE POESÍA DE LOS HERMANOS MENASSA EN LA FUNDACIÓN PROGRESO Y CULTURA, DE UGT

El poeta Miguel Oscar Menassa, escucha atentamente a la poeta Norma Menassa durante el recital.
La escucha atenta de Norma Menassa durante la lectura de poemas de Miguel Menassa
Los dos hermanos poetas recitando en la Fundación Progreso y Cultura
El poeta Miguel Menassa antes de emprender la lectura de uno de sus poemas

Uno camina a veces por las calles de la ciudad y piensa en la guerra, en los cuerpos mutilados, mientras escucha el sonido ensordecedor de las bocinas y siente en sus mucosas el humo de las fábricas y los tubos de escape. Y la palabra crisis, como una honda arrojada con su piedra le golpea a uno la cabeza, una y otra vez, hasta hacerlo sangrar. Entonces, de repente, en el centro del corazón de la ciudad, se abren unas puertas y se traspasa el umbral que nos separa de la poesía y se entra en otro mundo. Allí, digamos por ejemplo un miércoles 11 de Enero del recién estrenado 2012 en la Fundación Progreso y Cultura, dos voces musicales se derraman en la noche madrileña, haciendo la luz en las tinieblas.

La primera voz, con matices irisados, fuerte voz masculina, de hercúlea potencia: Miguel Menassa, que es muchos poetas, es un poeta del pueblo, llano y veraz, como nos muestra en Espejo delirante, es un poeta social, léase la Ley de extranjería, es un poeta lírico, como demuestra desnudando a la poesía en Arte Poética, es un juglar de un amor inexistente, porque como él bien dice, hay almas que hasta que no se las invente, no se las conocerá, y Menassa inventó otra manera de amar, como se hace patente en su bellísima composición: A medida que me acerco a los 70 años. Un amor, que a pesar de burlar a la muerte enmudeciéndola con su belleza, sabe que algún día, morirá. Un amor que renuncia a la eternidad para desplegarse en toda su humanidad.

La Guerra, El Amor y la Poesía pasadas por la pluma, y no es que no haya muertos, ni sangre, ni crisis en este mundo poético, es que ya las palabras no quedan atoradas como un bolo indigerible en la garganta, y lo indecible se recubre de versos, y se hace el mundo transitable, la tristeza bella, el dolor soportable, y la alegría, que tantos estragos produce, cunde más que el pánico, y está permitido mirarse amablemente y sonreírle al compañero, porque estamos de fiesta, y al fin y al cabo, la poesía, permite también el amor. Eso, lo indecible, ha sido dicho sin saber, y una congoja que el caminante ciudadano sentía sobre el pecho se va aliviando, como si una mano caliente se hubiera aplicado sobre ese pecho dolorido.

La segunda voz, Norma Menassa, cuyo timbre es el canto de una mujer serena, sabia caminante por los caminos del poema, también se juega a mostrarnos que la historia de los pueblos, hay que ir a buscarla en los poetas, lean las Democracias me chiflan, y comprenderán al instante, como el poeta es el que deja las señas a los hombres futuros de que hubo otros seres como ellos, que amaron, que se mataron unos a los otros tontamente, por un pedazo de pan o de petróleo, y que después, quitándose el fusil o abandonando el lecho, signaron con su nombre aquellos versos que hablaban de la guerra, del amor o de la poesía. Es imperdible el poema: La poesía no estorba.

Yo me pregunto ¿la energía que tienen los Menassa, ese Goce que demostraban leyendo, esa sonrisa derramada sobre cada poema, con la satisfacción que da brindar al otro el trabajo realizado (no es otra cosa la lectura de poemas). Esa energía la produce el psicoanálisis o la produce la poesía? Para mí no hay duda. Los poetas de 70 años que conozco fuera del círculo Grupo Cero, no gozan de semejante fortaleza, de un ímpetu que habiendo arribado y traspasado las costas de los 70, no declina. La máquina que genera el deseo, es el psicoanálisis. El psicoanálisis que está presente en toda la obra de estos hermanos poetas, que pudieron pensar un amor diferente, un mundo más acá de las guerras, una poesía, donde un sujeto grupal y su deseo son el corazón del poema.

Grupo Cero

miércoles, 11 de enero de 2012

PRESENTACIÓN DE LA POETA NORMA MENASSA, POR ALEJANDRA MENASSA


NORMA MENASSA. POETA AMERICANA Y DE TODOS LOS PAÍSES. Enero 2012

Si hoy estamos aquí, en la Fundación Progreso y Cultura, tiene la culpa el verso, como dice la poeta y psicoanalista Norma Menassa, directora de Grupo Cero Buenos Aires, autora de varios libros de psicoanálisis y otros tantos de poesía, ya en su primer libro, Amores mínimos, editado cuando la poeta había estado forjando de laboriosos nácares la perla del poema con el esmero y la dedicación de sus 51 años, en 1991, quizás para decirnos que mucho hay que leer para llegar al poema y para brindarnos un primer libro que anunciaba la grandeza de una poeta americana que ya tiene seguro su lugar en el Parnaso. Libro de verso aparentemente corto, empieza a pergeñarse el verso pletórico que se desarrollaría en los siguientes: puntúa con escaso uso de la coma, utiliza las cesuras, pero ya da la impresión de verso inacabable, de imparable Iguazú, al más puro estilo de Molina: “Porque en las madrugadas/las letras se escapaban por la hendija/como el humo debajo de las puertas y el sol por la ventana/y reían alegres con el viento/separadas de sí/destino al aire...” Su segundo libro, publicado en 1997, insiste en el verso breve, con una precisión de escalpelo, no puedo dejar de reproducir los versos inexcusables del poema que da título al libro: “Cuando está por llover los pájaros no vuelan me dijo el cochero esta mañana que sorprendió la inocencia de mi estado porque yo no sabía que las plumas mojadas no despliegan y que morirse en vuelo es el dolor del pájaro”. En su tercer libro, la joven poeta halla su métrica, los versos empiezan a estirarse en un bostezo insobornable. Y quizás porque una mujer a los 62 años alcanza su libertad, el verso rompe a partir del este libro, nudo fundamental, las cancelas, los encorsetamientos, y crece pletórico, desbordando las páginas. A partir de entonces, su obra poética tiene la exuberancia de la selva americana, está claro desde el título este tercer libro, del 2002, que la poeta está Acosada por una pasión, la pasión de la poesía, la caudalosidad de sus ríos. Es una orografía pletórica, cuyas arterias están transitadas por el oro de los incas. Como Enrique Molina, se expanden sus versos, ofidios escurridizos, con escasa puntuación para que el torrente fluya y no se interrumpa su movimiento de cascada hacia la nada de la poesía. “Vi la ciudad golpeando en el asfalto como un barco encallado al que cuidadosamente fui sacando las anclas y comenzó el vaivén”. Su cuarto libro: Pertenezco, es un reconocimiento a lo grupal, Norma es una emergencia destacada, un surgimiento, una erupción de los volcanes Grupo Cero, y en este libro agradece esa pertenencia, por un lado, y su otra pertenencia, la de todo gran poeta, a la gran familia de los poetas consagrados, a la historia de la producción del gran poema Universal al que todo poeta contribuye, porque todo se hace con trabajo y con otros. “Y fui atravesada por los corredores del deseo, y dejé que los frutos del sudor fuesen la esencia del destino. Tuve cómplices secretos”. En su quinto libro, Graffitis en el cielo, como Olga Orozco, siembra la página de imágenes con mano precisa que deja en el surco la semilla perfecta del verso, porque ¿por qué decir simplemente que atardece cuando se puede decir: “la plata gana al oro”? ¿por qué decir que hay más pobres que ricos en el mundo, si se puede decir que “las masas se organizaban con la inmutabilidad de las pirámides, con anchas bases de miseria y escasas cumbres donde se acumulaba el oro”? Ahí la maravilla de la poesía, que como Norma bien sabe, no dice de la realidad, sino que hace la realidad. Por eso, hoy vamos a hacer la noche en los versos precisos y preciosos de estos dos grandes poetas, hermanos en la poesía y en la vida. Norma Menassa y Miguel Menassa.

Alejandra Menassa de Lucia

domingo, 8 de enero de 2012

EMPUÑA EL LIBRO, HAMBRIENTO, ES UN ARMA. Poema de Alejandra Menassa, el título es un verso de Bertolt Brecht




EMPUÑA EL LIBRO, HAMBRIENTO, ES UN ARMA (Bertolt Brecht)

Confesaré que no se nada, como Sócrates,
pero nunca, bajo ningún concepto,
me la ofrezcan en vaso de oro o de marfil,
beberé la cicuta.

Mataré a Dios, si hace falta, como Nietzsche,
pero no jugaré a la ruleta rusa
con las damas infectadas del burdel
como balas en el cañón de la demencia de la sífilis.

Seré 350.000.000, aún más que el poeta,
y tocaré la flauta en mi propia columna vertebral,
pero nunca pondré a mi vida
el punto de una bala.

Yo también me muero de hambre,
yo también me muero de sed,
ya también soy un hambriento
por las calles insanas de la ciudad.

Pero he leído y los libros,
algunos horrorosos, otros
siniestros, algunos inefables,
los libros hicieron de mi hambre,
una pasión insobornable.

Alejandra Menassa