jueves, 30 de abril de 2009

MORIR PARA NACER EN CADA VERSO


Cuadro: Serpiente acuática, de Gustav Klimt. Reproducción de Alejandra Menassa

“Un poema que todo lo contenga y que todo lo destruya a la vez”
Miguel Menassa. Aforismos y decires.

“La destrucción de un objeto no lo aniquila, nos enfrenta con una nueva
realidad del objeto, la carga de un sentido que antes no tenía”.

Aldo Pellegrini. Fundamentos para una estética de la destrucción

Hablábamos con Dios esa mañana,
Dios había muerto, yacían entre mis manos sus cenizas,
me dijo entre pavesas: haremos el mundo en siete libros.
Yo no quise renunciar a lo imposible, obnubilada por su brillo.
Comencé por mostrarle a la mañana
mi propia capacidad de aniquilamiento,
diluí mi alma en el tintero,
olvidé ideologías y nostalgias.
Puse luciérnagas al rostro de la noche,me vacié los bolsillos,
busqué un corazón prestado
para latir a un ritmo universal, desconocido.
Perdí mi paso vacilante, de poeta apenas hecha
y otros hombres, que antes que yo hicieron sus caminos,
me cedieron sus pasos, y caminé con ellos por la letra,
con su cadencia de siglos en la cadera izquierda.
Mi mano renunció a juegos sexuales, a goces paroxísticos,
para intimar al punto con el verbo desasido,
un cuerpo de vacíos que entregaría al poema,
poniendo fin a un celibato de siglos.
La letra debe ir a la letra, como los ríos
al océano,
así, mi cuerpo ha de morir en el poema,
para nacer de nuevo en cada verso.
Y así, sin más Dios que el del verbo,
sin nada que recuerde mis maneras, sin manos y sin cuerpo,
roto el antiguo corazón a martillazos,
me dejaré bautizar por un líquido verso iluminado.
Esa poeta que soy, la hicieron estos versos,
la de ayer, yace como cenizas en mi mano,
quería hacer el mundo en siete libros,
le bastó con dejarse nacer en el poema.


Alejandra Menassa

domingo, 26 de abril de 2009

LA TECLA DE LA VERDAD LA TOCA LA POESÍA.


La muerte nos escupe a la cara su negritud,
hemos sido arrojados al vacío sin nombre:
mortalmente heridos por la parca,
con el curare de la palabra paralizando nuestros músculos.

La libertad está en matar todas las aves que anidan en nosotros,
enjaularlas entre humanas palabras,
para que recuperen el aliento vital,
instilarles el hálito del deseo,
atarlas sin piedad al verbo.

El amor, cuando no es a la letra,
empoza el alma, ciega y ensordece
con su clamor, los ojos más preclaros,
los más altos oídos.

La riqueza está en el camino,
pero ella no son los labios para el último beso,
ella no es el objeto del abrazo final,
su brillo es ácido para los ojos ciegos.

Es a ti poesía, a la que amo,
porque tú me enseñaste a amar al hombre,
a bendecir los partos de la tierra,
a recibir los restos de tu nombre en los jirones
de la ropa raída del poeta.

El poeta sabe que respira por tu boca,
y sólo tu presencia es su luz,
el poeta sabe que mira por tus ojos,
y en esa hendidura por la cual el mundo
se le muestra, deposita las larvas de sus versos.

En este piano que es el mundo,
este concierto de veleidades y de máscaras,
sólo la poesía toca,
con maestría irrepetible,
la tecla de la humana verdad.

Alejandra Menassa de Lucia
Cuadro: Imprecisión. Miguel Menassa

miércoles, 22 de abril de 2009

POEMAS DEL LIBRO DE PRÓXIMA PUBLICACIÓN: POEMAS AFRODISÍACOS. AUTORA: ALEJANDRA MENASSA

Cuadro: El alma1. Guillaume Seignac



NADA QUE ENTENDER

Late un corazón en cada beso,
es el deseo y no la razón lo que nos hiere.
Palpitante, repta tu cuerpo sobre el mío.
El tibio líquido que nos envuelve
es la destilación de nuestro alma.

Tus manos son palomas que estrangulan
la angustia azul de mi cintura.
Me figuro que perdida en tu boca;
mi lengua no halla nunca la salida.

No dudes, el amor es certero y no ha fallado su blanco.
No preguntes: no hay nada que entender,
se entienden por demás nuestros cuerpos.
Sólo bésame, bésame una y otra vez
hasta alcanzarme,
que no hay otra saliva que la tuya
para calmar mi sed…

Cuadro: Su sonrisa. Guillaume Seignac


HABITACIÓN 310

Ladrones de guante blanco;
le hemos robado su algarabía a la noche.

Hemos forzado las cerraduras del deseo,
hemos ejecutado el crimen perfecto
de la desaparición de nuestros cuerpos.
Tú has hendido en mi piel con tu cuchara

un túnel para escapar del tiempo,
yo he limado las rejas de tu pecho,
que guardaban a los presos de amor.

Equilibristas de la madrugada,
nuestra prueba fue mantenernos en pie
sobre el filo de la noche,
amarnos en la cuerda floja.
Nuestros movimientos tenían la precisión de un destino,

la certeza de un golpe,
la pasión de libertad
que anida en el corazón de los encarcelados.
No hemos dejado huellas:
Nadie podrá decir que hemos aniquilado

toda ausencia de Goce
con nuestros guantes blancos.
Nadie podrá decir que hemos gozado.




Cuadro: El alma. 2. Guillaume Seignac.


¿POR QUÉ LO LLAMAN AMOR CUANDO QUIEREN DECIR SEXO?

El corazón palpita por encima de todos los sonidos,

en ondas sucesivas los latidos golpean tímpanos enardecidos.
En mi estómago, luciérnagas de invierno alumbran el último estertor.
Es una noche trágica, froto mis piernas como astillas hasta hacer nacer
fuego de ellas, fuego para tu sexo enaltecido por la espera…

No digas que me amas, no quiero esta noche suaves caricias

para engañar al tiempo, quiero toda tu potencia varonil,
tu terquedad, tu infinita gula, quiero tu sexo horadando mi noche.

No me vengas ahora con dulces arrumacos, con palabras amables,

con sutiles artimañas de enamorado encallado en mis rocas.
Quiero tus manos desenredando marañas de mi vientre.
Tu boca redescubriendo las islas perdidas de mi boca,
Tu cóncavo pecho y mis convexidades:
intensas soldaduras indelebles nos atan al futuro.
No es tiempo para amar. ¡Gocemos!.

domingo, 12 de abril de 2009

SEXO ORAL


Cuadro: El beso de la esfinge. Von Stuck

Ven aquí, déjame que atraviese tus miedos con mi dicha,
déjame que deshaga la niebla de esta noche, que fulmine tus dudas,
déjame que te nazca, que te moldee como arcilla o como piedra,
sé mi antorcha, mi faro, sé mi niño y mi padre,
hazme la señal de la cruz en el regazo, sé irreverente, excomúlgame.

Dime que soy tu pecadito, tu luz extinguiéndose,
dime que Diógenes ya no busca más con su farol
porque me halló en la noche,
y prefirió dormir conmigo los siglos que le restan.

Dime que en el poema está permitido disentir,
está permitido gritar, está permitido para mí:
-ser de la ausencia, mutilación atómica,
dueña de la oquedad, orquesta sin batuta-,
pronunciar las palabras que me hagan libre,
desear deseos, centelleantes bengalas contra toda desidia.

Dime que me dejarás desgarrar la noche con mi alarido,
dime que conversaremos hasta extinguir
con las palabras el silencio, para hacerlo nacer después,
con el punto y coma de los besos.
Hablemos, hablemos, dime que las palabras
son un suelo firme, un elixir contra el hastío;
Exprímeme como a un fruto,
líbame hasta secar todas las humedades,
márcame con la marca invisible del deseo,
acósame, derríbame, se mi bestia, mi dinosaurio feroz.
Sé mi enemigo venial y mi amigo mortal,
perfórame las horas,
Háblame, háblame.
Que no hay sexo más atroz que la palabra.

Alejandra Menassa

lunes, 6 de abril de 2009

ODA A LA POESÍA


Cuadro: Palas Atenea (diosa de las artes), por Gustav Klimt.
Tú: la forma más pura del lenguaje.
Eres un hombre lúbrico y su semen.
Tú: decantación de la humana historia o su milagro,
su sostén y sus alas,
único acercamiento posible a lo indecible.
Refulgentes como astros se alzan de la tumba
tus poetas, los que moran en tu vientre,
los que haces nacer en plena página,
aquellos que pares cada día a la luz rosada del poniente.
Te arrastras por el barro con el soldado,
te me vuelas de noche con las trapecistas
gozas en la cama de las meretrices,
acompañas insomne las noches de trabajo del galeno,
te pierdes en la luz insistente de la fábrica,
en la luz tenue de los teatros,
en la luz cefálica de las minas.
Haces girar el mundo con tu ritmo,
con tus exhalaciones se pueblan las cantinas,
en tu sangre laten el poeta, el sacerdote y el mendigo.
El agujero por donde se entra al mundo,
no es ese que el pincel de Courbet inmortaliza;
son tus brazos ahuecando la muerte para que el poeta nazca,
son tus piernas abriéndose a la noche para exhalar su alma.
Eres del hombre, su diamante,
su gema maravillosa, pero también, el resto del lenguaje;
desperdicio, vacío que lo hace nacer,
el epitafio del sentido,
la muerte de la razón,
la burla de la carne.
Dama inmortal, hombre sacrílego,
muere el dolor acuchillado, en tu presencia.

Alejandra Menassa de Lucia

miércoles, 1 de abril de 2009

VEINTE POEMAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN DESESPERADA. PABLO NERUDA. RECITADO POR ALEJANDRA MENASSA




Poema 1

Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistirá en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin limite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.